A veces me distraigo fácilmente. ¿Y tú?. Es muy fácil distraerse con todas las cosas que suceden en nuestras vidas. Podemos dejarnos envolver por todas las cosas que tenemos que hacer, constantemente nos encontramos viviendo en el carril rápido de la vida. Creo que está bien estar en el carril rápido, siempre y cuando hagas paradas regulares de descanso para estar a solas con Dios. Incluso Jesús tuvo que crear espacio para que Su Padre lo llenara. Tanto Moisés, como Juan el Bautista, crearon un espacio para que el Padre lo llenara. Estaban en el desierto cuando escucharon la voz de Dios.
No estoy diciendo que tengas que conseguir un machete y abrirte camino en el desierto o viajar a algún lugar desértico, ya sea en tu auto, tu habitación o donde sea, quédate a solas con Dios para que puedas escuchar la voz de tu Padre Celestial.
Escuchar a Dios no toma mucho tiempo, pero tampoco puede ser apresuradamente. No tienes que orar y clamar a Dios durante dos horas al día, todos los días de la semana, para escuchar Su Voz. Leer tu Biblia no significa que tengas que leer cuatro capítulos al día. Hacemos esto más complicado de lo que tiene que ser. Lo que sí necesitas es apartar un tiempo, un tiempo para que estés a solas con Dios, y debes guardar ese tiempo. Escoge un lugar que funcione para ti, donde realmente puedas estar a solas con Dios y separarte de las distracciones habituales.
Prepárate para escucharlo a Él, y ten a la mano cosas como tu Biblia, un bolígrafo, un resaltador y un diario. Podrías poner música de adoración también. Prepara tu tiempo con Dios, que sea fresco y nuevo, pero también simple y sostenible. No te compliques, descubre lo que funciona para ti y crea un espacio para Dios.

Lucas 4:42 (NTV)
Muy temprano a la mañana siguiente, Jesús salió a un lugar aislado. Las multitudes lo buscaron por todas partes y, cuando por fin lo encontraron, le suplicaron que no se fuera.

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